Ayer jueves 12 de abril asistí en calidad de coordinador del programa Erasmus+ a la jornada técnica celebrada en la sede del CSIC en Madrid. Podéis consultar el programa pinchando aquí.
Se trataba de un seminario dirigido a los beneficiarios de proyectos de 2016 que concluyen en 2018, ya que las fechas de presentación de informe final están cada vez más próximas y es hora de empezar a hacer balance.
Durante las ponencias, a cargo del personal de la Unidad de Educación Escolar, dirigida por Andrés Ajo Lázaro, se pusieron de manifiesto las líneas principales de un buen informe final, cuyo contenido es vital para lograr una evaluación favorable. Es necesario tener en cuenta los aspectos que se van a valorar en él: impacto y difusión, relevancia, calidad del equipo y calidad de ejecución. También se hizo hincapié en la elaboración del presupuesto final y las posibilidades de transferencias entre partidas de gasto, así como en la importancia de tener la Mobility Tool+ debidamente actualizada con las diversas actividades de aprendizaje y formación.
En cuanto al contenido, este debe ser lo más concreto y completo posible en cuanto a las realizaciones y consecuciones del proyecto en su parte narrativa, sin perder de vista el convenio y los objetivos expresados en el proyecto solicitado. Cualquier detalle puede ser relevante y conviene no guardárselo.
Es importante destacar que el informe final lo entrega el socio coordinador; no obstante los demás deben colaborar en la parte narrativa. Paralelamente, cada socio entrega un informe parcial a su Agencia Nacional, evitando las contradicciones con la versión final, que es la que recibirá evaluación.
Se destacó asimismo la importancia de subir los resultados más destacados y en los formatos adecuados a la Erasmus+ Results Platform, no abusando tanto en número como en cantidad de enlaces. Esta tarea es competencia exclusiva del coordinador.
La parte del impacto y difusión mereció un capítulo especial, no en vano es el aspecto más valorado con un 40 sobre 100 del informe final. El impacto en participantes, centros, a escala local, regional, nacional o europea, la sostenibilidad del proyecto y la transferabilidad de resultados son cuestiones clave que se deben abordar en el informe final. Puede resultar útil manejar indicadores de impacto fiables tanto cualitativos (entrevistas, vídeos) como cuantitativos (encuestas).
También se reservó una ponencia para hablar de los controles primarios aplicables a los informes finales de los proyectos, en la que se pusieron de relieve los errores más frecuentes y la forma de corregirlos.
En el apartado de comunicación, el acento se puso en cómo dar la mayor visibilidad a un buen proyecto. En ocasiones este aparece escondido en la página web de un centro educativo del que a duras penas se adivina que es beneficiario del programa Erasmus+. Resulta de especial importancia que tanto los proyectos se difundan adecuadamente y con la debida frecuencia, además de dotarles de un envoltorio que los haga atractivos. La comunicación "vende" emociones, como dijo el ponente Miguel Ángel Milán.
En la jornada también hubo espacios colaborativos, como la contribución de posibles impactos a un muro Padlet, así como la participación en un Kahoot sobre comunicación y difusión.
Finalmente, tuvo lugar un taller de dudas escritas sobre post-its acerca de todos los temas abordados, que fueron respondidas de forma sistemática por el personal del SEPIE.
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